Definición de Psoriasis como patología.
La psoriasis es una enfermedad crónica inflamatoria sistémica mediada inmunológicamente. Afecta al 2,3% de la población española, esta predispuesta genéticamente y su etiología es multifactorial: influyen factores genéticos, inmunológicos y ambientales.
Es una patología que se caracteriza por la aparición de placas eritematosas con posibilidad de pústulas cutáneas. Posee una gran variabilidad interindividual en todos sus aspectos: desde síntomas, durabilidad, recidivas, localización y patologías asociadas.
El 80% de los afectados por esta enfermedad presentan psoriasis vulgar o crónica en placas. Se caracteriza por placas eritematosas con descamación; pudiéndose presentar con prurito o dolor localizado. A la afectación suele ser en rodillas, codos y cuero cabelludo. Aunque las placas sanen, es habitual que se den recidivas; comúnmente “brotes psoriaticos”. Esto supone una cronificación de la patología, el tratamiento está encaminado a disminuir la intensidad y la reaparición de los brotes.
Es considerada enfermedad sistémica porque tiene muchas patologías asociadas. Los que la padecen tienen mayores probabilidades de padecer artritis psoriásica, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, esteatohepatitis, enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedades renales.
Psoriasis: tratamiento.
El tratamiento se subdivide en tratamientos tópicos, sistémicos y biológicos.
La piedra angular de tratamientos tópicos son los corticoides tópicos. El medico deberá valorar la potencia de este y su forma farmacéutica, teniendo en cuenta la gravedad y la localización del brote. También se usan Análogos de la vitamina D tópicos. El uso concomitante de ambos mejora los resultados. También se pueden usar breas que se presentan en forma de champú o solución jabonosa 1 o 2 veces por semana.
Otra opción de tratamiento tópico es la fototerapia.
Los tratamientos sistémicos y biológicos se reservan para psoriasis moderadas-graves a valoración del dermatólogo. Se considera moderada-grave si:
-No se controla con el tratamiento tópico, ya sea medicamentoso o fototerapico.
-Imposibilidad de tratamiento tópico.
-Avance rápido de la patología.
-Compromiso funcional de alguna zona.
-Abarca mucha extensión.
-Artropatía psoriásica.
Todo tratamiento psoriático se recomienda que sea acompañada por productos dermofarmacéuticos; estos tienen por objetivo mantener la hidratación y la integridad del estrato córneo, eliminar la descamación, reducción de placas y mejora de la sensación cutánea. Se recomienda el uso de agua tibia, jabones suaves, no agresivos, sin perfumes y lociones sin jabón.
Algunos llevan una baja concentración de queratolíticos para tratar las hiperqueratosis, habitualmente ácido salicílico. Por otra parte son ampliamente usados, urea como emoliente; por otro lado, ácido hialurónico y aloe como hidratantes.
Se recomienda el uso de protección solar para evitar la exposición excesiva al sol y consecuentemente, la erosión cutánea.
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Bibliografía: Guía de manejo de la Psoriasis en la Farmacia. Gregorio Carretero y Jesús Carlos Gómez. SEFAC.